lunes, 30 de mayo de 2016

Jigoro Kano

En la historia de la lucha y el combate ha habido a lo largo de la historia muchos grandes maestros. Consideramos sin embargo que debido a su repercusión, a su aportación al mundo de las artes de combate, a la trascendencia de su legado y a la gran aceptación en todo el mundo de los sistemas que representan que estos son los 5 grandes maestros de las artes marciales.

Hoy conoceremos la historia de JIGORO KANO: padre del Judo moderno

Jigoro Kano fue un personaje muy influyente. Lo fue en su país, Japón, dónde contribuyó a su desarrollo como nación moderna tanto en el ámbito de la educación como en el del deporte. Y también fue relevante su papel en el desarrollo del deporte mundial por su vinculación directa con el movimiento olímpico.

De joven fue un gran estudiante. Se graduó en la Universidad de Tokio en Literatura, Política y Económicas,  y para entonces ya dominaba además varios idiomas. Paralelamente a los estudios universitarios, estudió jujutsu como un intento de paliar su baja estatura y su debilidad física. Comenzó su práctica en el estilo Tenshin-Shinyo en el dojo del maestro Hachinotsuke Fukuda e hizo grandes progresos, centrándose al parecer en las técnicas que requerían de menos fuerza muscular y adaptándolas en ocasiones a sus características físicas. Al cabo de unos años éste falleció, quedando el maestro Kano al frente del Dojo y pasando a aprender con el maestro Masatomo Iso, del mismo estilo de Jujutsu.
Cuando se graduó en la Universidad se dedicó a la enseñanza en el Gakushuin, un colegio de élite para los hijos de los nobles, dónde con el tiempo fue creciendo en importancia hasta convertirse en Rector. Además fundó su primer dojo de Judo: el Kodokan. Jigoro Kano tenía cada vez más alumnos, y empezó a realizar ciertas modificaciones en su jujutsu con objeto de mejorar la enseñanza que supondrían los primeros cimientos de lo que hoy es el programa de Judo. En esta época se crearon también algunos de los kata y posteriormente se establecería el Gonkyo (programa oficial de Judo). Sus alumnos más antiguos alcanzaron el grado de Cinturón Negro y participaron en torneos organizados por la Policía en los que derrotaban a menudo a los jujutsukas. Debido a estos buenos resultados, el judo se introdujo en las escuelas de la policía de Tokio y más tarde en escuelas militares. Llegó en momento en el que tuvo que renunciar a su cargo en el Gakushuin para hacerse cargo de labores más relevantes en el Ministerio de Educación. El hecho de que sólo dos años después de la creación de la Butokukai se eligiera a Jigoro Kano como presidente es un claro ejemplo del prestigio alcanzado por el maestro tanto en el mundo de la política como en el de las artes marciales. Conoció en estos años a otros maestros fundamentales en la historia, como Gichin Funakoshi o Morihei Ueshiba, e incluso los invitó a mostrar sus respectivas artes en el dojo Kobukan y envió a algunos de sus alumnos a aprender con ellos. En los años siguientes el maestro se dedicó a enseñar y difundir el Judo con exhibiciones y conferencias en Japón y en otros lugares del mundo aprovechando los viajes que realizaba para el gobierno desde los distintos cargos que desempeña con objeto de estudiar los sistemas educativos occidentales. Y fruto de su buena labor fue nombrado el primer Miembro del Comité Olímpico Internacional en representación de Japón y asistió como tal a diferentes ediciones de los Juegos Olímpicos. A sus 77 años regresaba en barco de una reunión del COI en El Cairo para discutir cuestiones sobre la futura celebración de los Juegos Olímpicos en Tokio en 1940. Jigoro Kano falleció a causa de una neumonía en aquel viaje. Los juegos de 1940 no se celebraron debido a la II Guerra Mundial, sin embargo Tokio fue sede en 1964 y el Judo fue incluido en el programa oficial, lo que junto a la labor del maestro Kano le dio el espaldarazo definitivo para convertirse en uno de las artes marciales más practicadas en el mundo.


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